1. Quisimos investigar cómo son nuestros almuerzos, para ello fuimos a
varias clases para realizar fotografías sobre los mismos. Nuestros compañeros
no sabían que íbamos a ir.
2. Realizamos las fotografías:
3. Las analizamos.
4. Llegamos a estas conclusiones:
a.
Tomamos leche en diferentes
formatos: batidos, quesos y bebibles.
b.
Comemos fruta en zumos y yogures
aunque piezas de fruta había poca.
c.
Traemos algún bocadillo.
d.
Hay más galletas que bollería.
e.
Sólo había un par de persona con frutos
secos.
5. Reflexionando, nos planteamos que realmente todos esos alimentos se
parecían poco a su origen. Estaban muy elaborados, así que decidimos comparar
los dos ingredientes principales que creíamos
que tenían cada uno de ellos con la realidad de su etiquetado.
6. Empezamos a darnos cuenta que una cosa es lo que creíamos que llevaban
y otra lo que tenían. Además nos llamó mucho la atención la cantidad de azúcar
que contenían la mayoría. Consideramos oportuno crear unos carteles que
representaran nuestros hallazgos para compartirlo con el resto:
Algunos ejemplos:
a. Los bebibles de fruta no tienen como
ingredientes principales la fruta, si no leche y agua. Uno sólo de ello casi tiene la mitad o más de
la cantidad diaria de azúcar recomendada por la OMS para un día.
b. Los zumos de frutas. Tienen muy
poca cantidad de fruta y en algunos casos un solo brick individual supera la
cantidad diaria de azúcar recomendada.
c.
Las galletas y chocolatinas
analizadas. Todas tenían como ingrediente principal el azúcar. Un ejemplo
llamativo es que una oreo equivale a un terrón de azúcar.
d.
Aunque en el cole no traemos
refrescos ni ese tipo de bebidas, decidimos analizarlo porque nos entró la
curiosidad. El descubrimiento fue
llamativo, todas las analizadas tenían como ingrediente principal la azúcar.
Beber una lata de cualquier de ellas, significa tomar más azúcar que la
recomendada para un día.
7. Nos sentimos un poco confusos, no estamos tomando lo que creemos que
son esos alimentos y encima estamos superando, por mucho, la cantidad de azúcar que la OMS
recomienda.
8. Estos alimentos también presentan otro problema y es que generan
muchísimos residuos:
9. Empezamos a pensar en soluciones sobre nuestros almuerzos y caímos que de primero a cuarto de primaria
está el programa de frutisana. Quisimos ver si es una medida buena para reducir
el consumo de los alimentos procesados o no. Para ello, fuimos a visitar de
nuevo a nuestros compañeros a sus clases, sin previo aviso.. La verdad que la diferencia era impresionante,
muchos niños almorzaban las piezas de frutas y no traían
de casa los otros alimentos.
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